viernes, 19 de julio de 2013

Khuzdûl, Midgardsmal (III)

[Textos cortesía de Helena (Faelwen)]

¡IMPORTANTE!
Todos los textos que se incluyan en este tema no son más que traducciones malamente hechas por una servidora. Nada de lo que veáis aquí me pertenece salvo la cutretraducción.

Fuente original: David Salo - Midgardsmal


Una pequeña broma filológica

En una carta escrita en 1938 al periódico británico The Observer, Tolkien escribió acerca del nombre del dragón Smaug:

El dragón lleva por nombre el pasado del verbo germánico primitivo smugan, apretar, meter a presión por un agujero. Una pequeña broma filológica.

Para clarificar este significado: Había, o puede asumirse que hubo, basándonos en las lenguas descendientes del mismo, un verbo en una lengua protogermánica, smûgan, con el significado de reptar, arrastrarse por un agujero, del cuál, la primera y tercera persona del singular del pasado habría sido smaug: "Yo repté, él reptó".

Por qué esta derivación puede considerarse como graciosa, incluso entre filólogos,  es algo que dejaré a juicio de cada uno. Ni siquiera está claro porqué es importante para Smaug como personaje - aparte del hecho de que un dragón puede ser considerado como un tipo de serpiente, y las serpientes reptan . ya que una de las cosas que sabemos sobre Smaug es que era demasiado grande como para colarse por un agujero por donde "5 pies por 3 de anchura pasan con holgura". De cualquier manera, esta raiz germánica en particular era desde luego una de las favoritas de Tolkien - aparece también en el verdadero nombre de Gollum, Sméagol (Trahald en la lengua de los Hobbits, lo cual Tolkien traduce como "hurgar, escabar", pero que considerando la palabra del inglés antiguo sméagend puede ser traducido también como "investigador", ambas siendo unas descripciones bastante plausibles de Gollum) y en los grandes túneles construidos por los Hobbits más acomodados, los smials (del inglés antiguo smygel, "madrigera" = en lengua Hobbit trân < trahan ).

Este tipo de bromas no es para nada atípica dentro del trabajo lingüístico de Tolkien. Desde el principio de su larga gesta en la invención de idiomas, los glosarios de palabras están llenos de bromas. Son principalmente juegos de palabras que requieren unos conocimientos mínimos de otras lenguas, tanto moderas, históricas como reconstruidas para entenderse. No son por lo general más divertidas que para producir una pequeña sonrisa en la cara del lector que acaba de entenderlas y, como todas las bromas, pierden la gracia al ser explicadas.
Algunas de estas bromas han sido largamente documentadas por el propio Tolkien; por ejemplo, el origen de la palabra orco, del latín orcus, "inframundo" (más adelante evolucionaría en "demonio, ogro"); o Eärendil, del inglés antiguo Earendel, aparentemente una figura o concepto de la mitología germánica asociado con las estrellas o el amanecer.
Pero hay muchas otras palabras que, sin un significado mitológico importante asociado, fueron tomadas en préstamo de otros idiomas. Algunos ejemplos son:

[*]Finés: rauta - metal / tie - camino / lapse - bebé / kulu - oro
[*]Alemán primitivo: mat- - comer / suk- - beber.
[*]Griego: aglar - gloria / pen - falta de.
[*]Latín: vala - tener poder / ros - condensación, espuma / cassa - casco
[*]Lenguas eslavas: ranko - brazo
[*]Hebreo: pé - boca

Estos no son más que algunos ejemplos que se me han venido a la cabeza. Otras de esas bromas son bastante más obvias, como (en un glosario de palabras antiguo) nénuvar, nenúfar, que viene de la palabra francesa "nénuphar". Tolkien con el tiempo eliminó algunas de las "bromas" más obvias ya que se preocupaba (innecesariamente, a mi parecer) de que hubiese unas resonancias demasiado obvias entre el élfico y las lenguas reales. Por ejemplo, le preocupaba que el elemento negativo del élfico, ú se pareciese demasiado a algunos derivados de la lengua germánica un-, como ó-, ú- en el nórdico antiguo. Se planteó numerosas veces sustituirlo por el elemento lá-, olvidándose, probablemente, de que lá- se parece a su vez bastante a la palabra árabe para "no", .

Tolkien caía muchas veces en estas "bromas filólogicas" incluso dentro de sus propios lenguajes, una especie de polinización cruzada. La palabra adunáica para masculino, naru se parece al Quenya nér, con el mismo significado (aunque es probable que ambas beban de la palabra griega anêr y o de la palabra del sánscrito nara. Además, de igual manera, la palabra adunáica zini, femenino, se parece, aunque menos, a la griega gynê y a la persa zan)
La palabra adunáica mâno, espíritu, se parece al Quenya manu, "espíritu que ha partido". La palabra Khuzdul kibil, "plata", recuerda al Sindarin celeb (mismo significado). Târik, en adunáico, significa "pilar, aquello que sostiene" y recuerda en cierto modo al Khuzdul tharkûn, "hombre de la vara" (uno de los múltiples nombres de Gandalf).

Estoy comentando todo esto porque se relaciona con el camino que tomé para crear un glosario de palabras en khuzdul. Crear secuencias de sonidos que encajen con un significado no es una taera sencilla. Los creadores de idiomas artificiales han tomado distintos caminos. Algunos, como los creadores del esperanto y otros lenguajes auxiliares, tomaron muchas palabras de lenguajes del mundo real para obtener un vocabulario básico. Otros, sobre todo los creadores de "artlangs", lenguajes artesanales/artísticos (categoría en la que imagino entra el neo-khuzdul) han tratado de distanciar sus lenguajes todo lo posible de un contexto del mundo real - lo que tan solo tiene sentido si tu lenguaje se presupone va a ser usado en, digamos, un planeta alienígena o en un plano paralelo de existencia. Algunos llegaron incluso a usar ordenadores, programados con unas limitaciones de sonidos y clases de palabras, para generar vocabulario nuevo.

Yo no podía hacer eso. Para mi, el conjunto de significados y sonidos ha de tener sentido. Este "sentido" viene dado en ocasiones por nuestra propia experiencia lingüística. Si, por ejemplo, yo estuviese tratando de dar con una palabra para "redondo", sin lugar a dudas secuencias que se pareciesen al RND ("round"), BL ("ball"?) o GLB ("globe") serían más plausibles que otras como KZT o ShRG. Además no hay que olvidar que hay una cierta cantidad de simbolismo asociado al sonido que, si bien no es universal, es lo suficientemente común como para utilizarlo en la creación de un lenguaje. Si yo creo, por ejemplo, las palabras bulmo y risek y os digo que una se refiere a una esquirla afilada y que la otra se refiere a una gran y blanda almohada, poca gente - desde luego pocos hablantes del inglés - tendrían problemas en identificar cuál es cuál.

Considerando todo esto y, considerando que los lenguajes de Tolkien no son ejemplos una creación de lenguajes pura y sin "contaminación exterior", decidí no tratar de evitar estas influencias, tanto de los lenguajes reales como de los propios lenguajes de Tolkien, si no más bien tomar lo que se me viniese a la cabeza y ver luego si cuadraba o no con los patrones fonéticos del khuzdul. El neo-khuzdul está pues, lleno de "bromas" y referencias, aunque la mayoría están limitadas por las eleciones de secuencias de sonidos para las raíces. 



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